A pesar de que las Fallas son una tradición de gran arraigo popular en Valencia, no podemos estar realmente seguros de cuándo se celebraron por primera vez, debido principalmente a sus turbios orígenes. Hasta cierto punto, podríamos decir que no tiene mucho sentido determinar un momento específico para el nacimiento de esta tradición.

Y es que para hacerlo, tendríamos que definir exactamente qué es lo que hace de las Fallas el gran festival que es. ¿Son acaso los falleros y las falleras? ¿Las hogueras? ¿Quizá los fuegos artificiales o las esculturas? Habrá quienes argumenten que la esencia del festival son las esculturas, las mismas fallas, pero ¿qué define a una falla? Podría ser la madera, la sátira, su valor artístico o cualquier otro elemento.

La verdad es que el festival, sus costumbres y las instituciones que lo hacen todo posible han sufrido cambios drásticos a lo largo de los años. Algunas tradiciones se han dejado de lado solo para ser recuperadas nuevamente. Otras han sido completamente abandonadas y algunas más han sido creadas o adoptadas de otras zonas de la región.

De lo que sí podemos estar seguros es que las Fallas actualmente son parte esencial de la identidad y tradición Valenciana. Una fiesta querida y sumamente apreciada por la gente. Tal es así que incluso hay valencianos viviendo en el extranjero que vuelven cada año para ayudar con la organización y para disfrutar del festejo de sus raíces.