Al igual que otros edificios de la ciudad, la Catedral de Valencia es conocida de distintas formas. Su nombre completo es Iglesia Catedral-Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia, pero por razones evidentes, no es común referirse a ella de ese modo.

Se le conoce también como Catedral de Santa María, o simplemente como La Seu, que es la manera más habitual de referirnos a ella. Sea cual sea el nombre, si visitas Valencia seguramente escucharás hablar de ella, puesto que se trata del edificio religioso más representativo de la ciudad y una de las principales atracciones turísticas.

La Seu se construyó en el lugar que antes ocuparon una mezquita y una catedral visigoda. La estructura que vemos ahora se erigió entre la segunda mitad del siglo XII y el siglo XV. Por ello, el estilo gótico es el que predomina en su arquitectura.

Sin embargo, como era de esperar en un complejo tan grande, la construcción se prolongó durante cientos de años y, en consecuencia, en la Catedral encontramos una mezcla de diversos estilos artísticos, como el románico, el gótico valenciano, el renacentista, el barroco y el neoclásico.

Al igual que la iglesia de San Nicolás, la Catedral es un vestigio de las muchas épocas que han transcurrido desde que se montó la primera piedra de su construcción. Al recorrer sus pasillos, subir sus escaleras, o incluso simplemente recorriendo el perímetro para observar sus diferentes rostros, podemos encontrar las marcas que atestiguan el paso de los siglos, los estilos y los reinos.

Cuando se menciona a La Seu, seguro escucharás hablar también del Santo Cáliz. La copa utilizada por Jesucristo durante la última cena, traída a la Catedral en el siglo XV. Es considerada por muchos, incluyendo a la Iglesia Católica Romana, como el verdadero Santo Grial.

Además del Santo Grial, el Museo de la Catedral expone unas 90 obras de arte de diferentes estilos: gótico, renacentista y manierista. Su colección incluye algunas piezas de grandes artistas españoles como Maella , Goya y Juan de Juanes .

Por otro lado, si deseas disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, puedes subir al Miguelete. Desde lo alto de este campanario podrás ver todo el casco antiguo de Valencia y, si tienes suerte, podrás escuchar el imponente tañido de sus gigantescas campanas.