Tal como sucedió con algunas otras edificaciones de gran magnitud, la construcción de La Seu tardó muchos años en completarse. Por ello, la estructura de la iglesia cambió a lo largo de los años. Se añadieron algunas partes, se eliminaron otras o se remodelaron en una diversa variedad de estilos.

Sin embargo, la transición de un estilo a otro es casi perfecta. El abanico de estilos arquitectónicos de la Catedral se ejemplifica en las tres puertas: la Puerta de los Apóstoles es gótica, la Puerta de los Hierros es barroca y la Puerta del Palau es románica.

Estructura

La planta del edificio tiene forma de cruz latina (parecida a un crucifijo). Tres naves conforman la sección vertical de la cruz, mientras que el transepto es la sección horizontal más corta. Las naves laterales tienen cuatro capillas a cada lado.

La catedral cuenta también con un coro (zona utilizada por el clero) y una girola (pasillo semicircular detrás del coro) con capillas radiales (capilla abierta a una deambulatorio –girola– destinada a la veneración de los santos). El techo está cubierto con bóvedas de crucería de cuatro partes en mampostería de ladrillo con arcos apuntados.

Dos elementos de la Catedral que llaman poderosamente la atención son sus torres. Una es el Miguelete, el campanario ubicado a un lado de la Catedral. La otra es la torre de la linterna, la construcción elevada sobre la unión de la iglesia en forma de cruz, cuyo propósito es iluminar el interior del edificio con luz natural.

Estilos

En general, predominan los salones de gran amplitud horizontal, característica de la arquitectura gótica valenciana, el estilo predominante en la estructura de la Catedral, ya que la nave principal y las capillas fueron las primeras en construirse. Otros elementos góticos del templo se encuentran en la Puerta de los Apóstoles.

El periodo renacentista (siglos XV y XVI) no está presente en la arquitectura de este recinto, sino en las decoraciones pictóricas y ornamentos. Aquí destacan las formas más clásicas y redondeadas, elementos que aluden a la vegetación, las guirnaldas y los acolchados. Podemos encontrarlos en el altar y en las capillas menores.

En la Puerta de los Hierros y en la decoración de la Capilla Mayor encontramos las huellas del Barroco (desde el siglo XVII hasta mediados del XVIII).

Los rasgos barrocos más representativos que podemos observar aquí son las formas extremadamente redondeadas, las figuras de ángeles y alas, los capiteles corintios, los frisos de piedra y las pesadas decoraciones con libros, jarrones, cruces, campanas, guirnaldas y trofeos. Siempre con alusión hacia la elegancia y lo extravagante.

Muchos de los elementos neoclásicos del siglo XVIII fueron removidos, pero aún podemos apreciar algunos en la girola. Aquí se ven capillas de estilo gótico junto a otras con revestimiento neoclásico. Las características más notables de este estilo son la simetría, la armonía, los colores sobrios y una fuerte referencia al arte antiguo griego y romano.