Las Torres de Serranos o Torres dels Serrans, en valenciano, conforman lo que fuera un sistema de defensa para la ciudad de Valencia durante la época medieval. Esta fortaleza consistía en una muralla y doce puertas de entrada.

Hoy en día, la Puerta de Serranos es una de las dos que aún permanecen en pie en la ciudad. Es un importante testimonio de lo que fue Valencia en su época medieval y de la importancia que tuvo en el Mediterráneo.

A lo largo de los siglos, las Torres de Serranos han tenido muchas funciones, lo que probablemente ha permitido que hayan sobrevivido, prácticamente intactas, hasta nuestros días.

Aunque la puerta se construyó con fines defensivos en caso de ataques o asedios, nunca se produjo ninguna acción militar en sus inmediaciones. En su lugar, la puerta se utilizaba a menudo para formalidades como ceremonias oficiales de bienvenida y grandes entradas a la ciudad por parte de reyes y embajadores.

Con el paso del tiempo, se convirtió en la entrada más importante de la antigua muralla que rodeaba Valencia, siendo considerada como la puerta principal de la ciudad.

Se calcula que en un momento dado, hasta el 95% de los visitantes de la ciudad pasaban por esta puerta. Incluso, en el siglo XV, se establecieron derechos de aduana para quienes quisieran pasar por aquí con mercancías para vender e intercambiar.

Hoy en día, puedes recorrer y apreciar esta parte importante de la historia valenciana. Subiendo las escaleras de las Torres podrás disfrutar de una privilegiada vista panorámica de la ciudad y en el interior encontrarás una mezcla de arquitectura gótica militar y ceremonial en todo su esplendor.

Las Torres de Serranos están situadas entre el casco antiguo y lo que alguna vez fuera el cauce del río Turia, hoy convertido en parque público. Gracias a su privilegiada ubicación, la Puerta de los Serranos puede integrarse tanto en un recorrido por el casco antiguo de Valencia como en un paseo por el Jardín del Turia.