Curiosidades de la Lonja de la Seda
Curiosidades de la Lonja de la Seda
Quizá habrás notado el gran número de gárgolas que adornan la parte más alta del edificio, justo bajo sus merlones y almenas. Para conocer más detalles sobre ellas, así como el origen del nombre y las múltiples funciones que ha tenido la Lonja de la Seda a lo largo de la historia, puedes seguir leyendo esta sección.
Las gárgolas
Entre los numerosos elementos decorativos, típicos de la arquitectura gótica, podemos encontrar un total de 28 gárgolas en la parte superior.
Son elementos tanto decorativos como prácticos, tienen la función de canalizar el agua del tejado. De hecho, hasta 1535 se les llamaban simplemente canales, fue hasta más tarde que empezaron a denominarse como gárgolas.
La mayoría de estas figuras alegóricas presentan rasgos fantásticos, eróticos y satíricos. Los temas varían desde criaturas monstruosas, animales y personas realizando gestos divertidos o grotescos, generalmente con alusión a vicios o pecados.
A lo largo de los años, las gárgolas han suscitado un gran debate en cuanto a su enigmático simbolismo, que en su mayor parte se ha perdido en el tiempo y es, por tanto, difícil de identificar. Lo que sí podemos decir es que presentan características de expresionismo primitivo, inspiradas en los diversos bestiarios populares en la Edad Media (colecciones de cuentos de bestias moralizadas).
El nombre
El término Lonja procede del italiano primitivo Loggia, que significa pórtico. Esto alude al hecho de que, en épocas tempranas, los mercaderes solían realizar sus negocios bajo los pórticos de las iglesias, en un intento de resguardarse a sí mismos y a sus mercancías de las inclemencias del tiempo.
El hecho de que en su nombre se haga referencia a la seda, se debe a que en la época de su construcción, el gremio más importante de Valencia era el de los comerciantes de seda. Los primeros administradores de este gremio, entre los siglos XIV y XVIII, fueron los trabajadores judíos de la seda, quienes más tarde tuvieron que convertirse al catolicismo para no ser exiliados o ejecutados durante la Inquisición española.
En cualquier caso, en el edificio también se comerciaba con otras mercancías como el aceite y los cereales. De hecho, anteriormente se le conocía como Lonja del Aceite.
Diversos usos a lo largo de la historia
A lo largo de los años, la Lonja tuvo distintas funciones, no siempre se limitó a aquellos que sugiere su nombre u origen. Por ejemplo, en más de una ocasión, la Sala de Contratación fue utilizada como un almacén improvisado de trigo en los tiempos de escasez de este cereal.
Durante la Guerra de Sucesión española (1701-1714), fue utilizado como cuartel militar, disponiendo del jardín como cocina. Durante esta época el edificio era conocido como El Principal. Cumplió con este propósito hasta 1762, cuando fue abandonado por los militares.
En épocas de brotes pandémicos, como lo fue la ola de cólera que azotó la ciudad entre 1854-1855, el lugar se utilizó como hospital improvisado.
Casi al final de la guerra civil española (1936-1939), cuando el gobierno republicano se refugió en Valencia, la Lonja se utilizó para celebrar reuniones de las cortes.
Hasta hace poco, el domingo también se celebraba en el interior de la Lonja el mercadillo de monedas y sellos. En la actualidad, dicho evento tiene lugar frente al edificio.
La torre de la prisión
Una de las cuatro partes en las que se divide la Lonja es la famosa torre, con la conocida escalera de caracol. Lo que no muchos saben es que sus dos pisos superiores fueron una mazmorra.
Aquí, cualquier mercader que no pagara sus deudas, comerciantes deshonestos o ladrones eran mantenidos prisioneros. Permanecían así hasta que eran juzgados.