Lonja de la Seda
La Lonja de la Seda es un ejemplo de la maestría artística y el poder mercantil que alcanzó Valencia durante su época de oro.
Lonja de la Seda
La Lonja de la Seda es un ejemplo de la maestría artística y el poder mercantil que alcanzó Valencia durante su época de oro.
La Lonja de la Seda (Llotja de la Seda, en valenciano) sirvió como un importante centro de comercio durante la época medieval y es una de las construcciones más representativas del estilo gótico civil valenciano.
El edificio hace gala de formas y decoraciones complejas, grabados alegóricos y bajorrelieves, que dan fe de la devoción de sus arquitectos por el estilo gótico mediterráneo (o levantino), un estilo propio de la región.
El complejo representa el poder y la riqueza de la sociedad mercantil de Valencia en el siglo XV. En aquella época, la ciudad era uno de los centros de comercio más importantes del Mediterráneo. Fue precisamente esta condición la que permitió concebir el proyecto de un edificio tan imponente.
Si bien la fachada de la Lonja de la Seda es una muestra de un trabajo minucioso y detallado, la mayor riqueza de arquitectura y mampostería de piedra está en su interior. Sorprenden las formas de sus columnas y escaleras, las paredes, los portales, las ventanas y los techos con sus decoraciones tan elaboradas y complejas.
Figuras serpenteantes y rostros atormentados se esconden en cada rincón de la estructura. Miles de ojos de piedra siguen a los que caminan por los pasillos de la Lonja, pertenecientes a figuras grotescas y aterradoras, algunas incluso enigmáticas.
Este lugar, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se encuentra ubicado en el casco antiguo de Valencia, frente al Mercado Central. Debido a su posición extremadamente céntrica, la Lonja puede formar parte de cualquier itinerario que pase por el centro de la ciudad.