Basilica San Pietro - Vaticano
La Basílica de San Pedro

Breve historia

La basílica mide 186 m de largo, 123 m de ancho y 136 m de alto. Además de sus impresionantes dimensiones, su historia y estilo arquitectónico también son muy interesantes. ¡Continúa leyendo para más detalles!

Nombre y origen

La historia de la Basílica de San Pedro comienza en la época del Imperio Romano de Oriente (conocido también como Imperio Bizantino). En el año 313 d.C. se construyó la primera iglesia cristiana a raíz de la firma del Edicto de Milán.

Se trata de una proclamación que estableció definitivamente la tolerancia religiosa del cristianismo en el Imperio Romano. Fue el resultado de un acuerdo político entre los emperadores romanos Constantino I y Licinio. Además, en el año 334 el emperador Constantino I decidió construir una basílica en la colina del Vaticano, cerca del lugar donde Pedro (el apóstol considerado el primer papa) había sido crucificado y enterrado.

Hasta 1506, la basílica de Constantino I, que reinó entre los años 306 y 337, se encontraba en el lugar donde se construyó la basílica de San Pedro. La construcción del actual edificio comenzó bajo el mandato del papa Julio II y fue terminada en 1626 por el papa Pablo V. Donato Bramante. La tumba de San Pedro se encuentra actualmente bajo el altar mayor, como la de muchos otros papas enterrados en la basílica.

Nuevos planes para la Basílica de Constantino

A mediados del siglo XV, la basílica construida por Constantino ya no se encontraba en buenas condiciones, por lo que el papa Nicolás V la hizo restaurar y ampliar en 1452. Cuando murió en 1455, la obra se suspendió durante más de 50 años hasta que el recién coronado papa Julio II reanudó la restauración en 1503. Para ese entonces, la Basílica de Constantino estaba al borde del colapso.

Así fue que el arquitecto italiano Donato Bramante recibió el encargo de construir una nueva basílica de San Pedro. La visión de Julio II fue crear un edificio de gran magnificencia y un parte importante para lograr esto según su visión fue crear una tumba monumental para sí mismo sobre la de San Pedro.

Donato Bramante “Maestro Ruinante”

Bramante hizo derribar la antigua iglesia hasta la fachada para dar paso a algo nuevo. Para el pueblo de Roma, esto fue un auténtico escándalo. La nave de la basílica parecía una ruina y, sin embargo, la santa misa se celebraba allí todos los días.

El maestro de obras fue muy criticado e incluso llamado “Maestro Ruinante”. Tras su muerte en 1514, la construcción avanzó muy lentamente.

La diversidad de estilos arquitectónicos

En sus 120 años de historia constructiva, la Basílica de San Pedro no sólo ha contado con muchos maestros de obras, sino que también ha sufrido las influencias formativas de tres periodos estilísticos: renacentista, manierista y barroco.

Aunque nunca hubo un plan de construcción homogéneo y ninguno de los maestros de obras siguió los planos de su predecesor, la Basílica de San Pedro aún así tiene una cierta unidad de estilo. Esto puede deberse a la arquitectura de Miguel Ángel que funciona como factor unificador del conjunto.

Los constructores

Varios arquitectos, artistas y maestros de obras trabajaron en la basílica. Además de Rafael, entre los sucesores de Bramante estaban los arquitectos Baldassarre Peruzzi y Antonio da Sangallo. Sangallo dedicó siete años a la construcción de una maqueta de madera transitable que hoy se puede ver en la Fabbrica di San Pietro, el taller de construcción de la Basílica de San Pedro.

En 1547, el escultor y maestro de obras Michelangelo Buonarotti, de 72 años, se hizo cargo de la construcción. Fue él quien construyó la famosa cúpula que caracteriza el edificio de la iglesia hasta el día de hoy. La cúpula no fue completada sino hasta 1593 por Giacomo della Porta, casi 30 años después de la muerte de Michelangelo, en 1564.

Finalización e inauguración

A partir de 1624, Gian Lorenzo Bernini participó en el diseño interior de la iglesia. Una de las obras más importantes del representante del barroco romano es el dosel de bronce colocado sobre el altar mayor. Sin embargo, su mayor obra es la plaza de San Pedro con las columnatas.

De 1603 a 1629, el arquitecto Carlo Maderno trabajó en la Basílica de San Pedro, completando la iglesia y la fachada para que pudiera ser inaugurada por el papa Urbano VIII Barberini en noviembre de 1626.

Martín Lutero y la Basílica de San Pedro

Martín Lutero fue un teólogo alemán que desempeñó un papel crucial en la reforma del cristianismo. Tras ordenarse como sacerdote y pasar un tiempo en el monasterio, decidió hacer un viaje a Roma.

Allí descubrió que su interpretación de la Biblia chocaba con ciertas prácticas de la Iglesia Católica Romana. Por ejemplo, se oponía enormemente a las indulgencias (documentos que los creyentes podían comprar para remitir los pecados).

En la ciudad surgió un comercio de indulgencias que generó mucho dinero, el cual fue utilizado principalmente para la construcción de la Basílica de San Pedro. Lutero se opuso firmemente a esto y quiso hacer algo al respecto. Por eso, escribió las 95 Tesis, para compartir sus reflexiones críticas sobre el comercio de indulgencias.

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