Curiosidades
Curiosidades
Cada día, unos 80 millones de litros de agua fluyen por la Fontana di Trevi, miles de turistas acuden a admirar la obra de arte y más de 4 mileuros en monedas son arrojados a la cuenca. Descubre más curiosidades sobre la fuente a continuación.
El origen de su nombre
Existen varias teorías sobre el origen del nombre de la fuente más famosa de la Ciudad Eterna y la plaza donde se encuentra.
La primera hipótesis es que el nombre “Trevi” es una derivación de “Trebium”, nombre de un pueblo al este de Roma donde se encuentra el manantial del que originalmente provenía el agua.
Otra hipótesies es que el nombre deriva de “trivio”, la intersección de las tres calles Collatina, Prenestina y Tiburtina, de donde procede el agua.
Una última teoría hace referencia al templo de Trevi dedicado a Luturna, la ninfa que se se solía invocar durante las sequías.
La dedicación de Nicola Salvi
Como se ha mencionado en la sección histórica, en 1731 Clemente XII convocó un concurso de diseño que acabó ganando Nicola Salvi. Con su inteligencia y sensibilidad, persiguió una formación humanística antes de estudiar arquitectura bajo la dirección de Antonio Canevari.
Podemos decir sin duda que la Fontana di Trevi fue la obra maestra del arquitecto, con la que terminó su carrera y a la que se entregó totalmente hasta su muerte.
Es evidente que su afecto –casi obsesión– por el monumento fue lo que lo llevó a la muerte. Parece que empezó a mostrar los primeros signos de colapso físico durante las numerosas inspecciones de los túneles del acueducto de la Fontana de Trevi.
En un momento dado, la mitad de su cuerpo quedó paralizada, pero siguió encontrando la manera de supervisar la construcción de la obra. Durante 30 años dio prioridad a este proyecto y, gracias a su dedicación, su nivel de excelencia se sigue comparando con el de otros grandes arquitectos italianos.
Gracias a su buen ojo para el detalle, su perfeccionismo y su pasión por la literatura, el artista fue capaz de dotar a la obra de diferentes interpretaciones y posibles significados, para trasladar al espectador a un mundo marítimo único y evocador.
El tradicional lanzamiento de monedas
Según la leyenda, si te pones de espaldas a la Fontana di Trevi (con los ojos cerrados) y lanzas una moneda al agua con la mano derecha sobre el hombro izquierdo, te aseguras volver a Roma algún día.
También se dice que si se lanzan dos monedas, es seguro encontrar el amor (algunos dicen que con un italiano o una italiana), y si se lanzan tres monedas se garantiza el matrimonio.
Esta costumbre se ha convertido en una tradición entre los turistas. Así, cada año se recoge en la Fontana di Trevi más de un millón de euros en monedas, que se donan a organizaciones benéficas desde 2007.
La fuente de los enamorados
Otra leyenda romántica relacionada con el amor se refiere al uso de la Fontanina degli Innamorati (pequeña fuente de los enamorados). Se encuentra en el lado derecho de la Fontana de Trevi y también fue diseñada por Nicola Salvi. Su función era permitir a los transeúntes saciar su sed en los días calurosos.
Los dos chorros de agua que salen de esta pequeña fuente se cruzan antes de entrar en la pila. Esta metáfora del vínculo indisoluble entre los enamorados confería a los bebedores de la fuente un amor eterno.
Especialmente entre los jóvenes soldados, era habitual beber de la fuente junto a su enamorada antes de partir. La chica traía entonces una copa que se rompía tras beber de ella para sellar la fidelidad del joven a su amada y a la capital.
La leyenda del as de copas y el barbero
Si observas el lado derecho de la fuente, verás un jarrón redondo ornamental, conocido comúnmente como el as de copas (típico de las barajas italianas). Este jarrón sobresale pues en su posición, no parece aportar nada al resto de la decoración de la obra.
Según la leyenda, durante la construcción de la fuente, Nicola Salvi recibía constantemente quejas y críticas del barbero que tenía un negocio con vistas a la Fontana di Trevi. Salvi decidió tomarse “venganza” de forma irónica y obstruyó la vista del peluquero.
Finalmente, el as de copas se colocó en el lado este de la fuente. Hoy en día, si te colocas detrás del jarrón, descubrirás que es imposible ver la fuente.
El balcón secreto
Hasta hace poco, solo era posible admirar la Fontana de Trevi desde la plaza. Sin embargo, ahora también es posible ver la fuente desde otro ángulo. Gracias a un nuevo tour del Palazzo Poli, es posible admirar la Fontana de Trevi desde el balcón del edificio.
Así, se puede apreciar incluso el punto más alto de la obra, los dos ángeles que tocan la tuba. Además, durante tu visita a las salas de este palacio, también podrás escuchar el sonido del agua que fluye hacia la fuente.
La fuente como escenario cinematográfico
La Fontana di Trevi ha tenido un papel importante en escenas representativas del cine del siglo XX. La fuente ha sido escenario de las películas Vacaciones en Roma, Tres monedas en la fuente, La boda de mi hermana (When in Rome), Ángeles y demonios, Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E.) y La Dolce Vita.
En esta última película, dirigida por Federico Fellini, la escena en la que Anita Ekberg se mete en la fuente y se dirige a Marcello Mastroianni (el protagonista) con las palabras “Marcello vieni qui, sbrigati” (“Marcello, ven aquí. Date prisa”) se hizo famosa a nivel mundial.
Inscripciones
Ante las innumerables decoraciones de la Fontana de Trevi, algunos elementos importantes y sumamente interesantes de la obra, suelen pasar desapercibidos. Es el caso de las múltiples inscripciones repartidas en distintos sitios de la fuente.
Por ejemplo, el papa Clemente XII quiso añadir en el centro de las dos estatuas centrales el texto “CLEMENS XII PONT MAX, AQVAM VIRGINEM, COPIA ET SALVBRITATE COMMENDATAM, CVLTV MAGNIFICO ORNAVIT, ANNO DOMINI MDCCXXXV PONTIF VI”.
Una posible traducción sería: “Clemente XII Pontifex Maximus decoró el acueducto de la Virgen y lo dedicó a un magnífico culto con abundancia y salubridad en el Año del Señor 1735, el sexto año de su pontificado”.
La inscripción justo debajo pone “PERFECIT BENEDICTUS XIV PONT. MAX” que significa “Benedicto XIV, Pontifex Maximus, lo hizo perfecto”.
Finalmente, la inscripción detrás de las estatuas de la abundancia, la salud y de Oceano dice “POSITIS SIGNIS ET ANAGLIPHIS TABULIS IUSSU CLEMENTIS XIII PONT. MAX. OPUS CUM OMNI CULTU ABSOLUTUM A. D. MDCCLXII”.
La traducción dice que las estatuas y los relieves se colocaron aquí por orden de Clemens XIII Pontifex Maximus y que la obra se terminó en el Año de Nuestro Señor de 1762.
Protestas y declaraciones famosas
La Fontana de Trevi ha sido escenario de actuaciones de protesta de varios artistas y ciudadanos a lo largo de los años. Estos son algunos ejemplos que han sido noticia a nivel internacional.
Graziano Cecchini
El artista y activista italiano Graziano Cecchini, decidió verter pintura en la fuente en octubre de 2017. En declaraciones posteriores afirmaba que la acción era un acto de protesta para llamar la atención sobre la corrupción gubernamental en la capital italiana. Poco después de teñir el agua de un color rojo intenso, el artista fue detenido y escoltado por la policía.
El artista ya había realizado la misma maniobra en octubre de 2007 con la ayuda de otros activistas. En aquella ocasión, la policía encontró panfletos alrededor de la fuente de la “Acción Futurista FTM 2007” en los que se podía leer el siguiente texto: “Los desafortunados, los ancianos, los enfermos, los estudiantes y los trabajadores, venimos con el color rojo a colorear vuestra grisura”.
Más tarde, en 2008, el artista volvió a ser noticia por dejar caer miles de pelotas de goma de colores por las escaleras de la Plazza de España, otro monumento romano mundialmente conocido.
Adrián Pino Olivera
El artista español Adrián Pino Olivera, mejor conocido como el “stripper del arte”, se desnuda regularmente cerca de obras de arte icónicas. Las acciones de Olivera forman parte del “Proyecto V”, un proyecto artístico en el que quiere utilizar su cuerpo desnudo para “reivindicar el poder divino de lo femenino y transmitirlo en medio de la decadencia del mundo masculino contemporáneo”.
En 2014, hizo este ardid por primera vez ante el cuadro de Sandro Botticelli “El nacimiento de Venus” en la Galería Uffizi de Florencia. Más tarde repitió esta maniobra ante la Nikè de Samotracia en el Louvre de París, “El origen de la Vía Láctea” de Jacopo Tintoretto en la National Gallery de Londres y la Fontana de Trevi de Roma, entre otros.
Roberto Cercelletta (D’Artagnan)
En 2002 ocurrió una de las protestas más violentas en la Fontana di Trevi. El ciudadano desempleado Roberto Cercelletta, más conocido por los romanos como “D’Artagnan” o “el pescador de monedas”, no estaba de acuerdo con la prohibición de sacar dinero de la fuente. A pesar de haber sido detenido varias veces por ello y haber recibido numerosas advertencias, siguió haciéndolo.
Como protesta, se subió a uno de los caballos alados de la obra, se hirió con un cuchillo y maldijo al alcalde por interrumpir “su forma de ganarse la vida”. Al fin y al cabo, llevaba 34 años metiéndose en la fuente con regularidad y, sin duda, no era el único que lo hacía.
Hoy en día, las monedas se sacan de la fuente todos los días (en lugar de una vez a la semana), se limpian y se donan a organizaciones benéficas.
Novias enfadadas en un flashmob
En una protesta más reciente en forma de un “flashmob”, en julio de 2020, se reunieron en la fuente unas 10 futuras novias. Estaban vestidas con sus vestidos de novia, con sombrillas blancas y máscaras a juego. Protestaban contra las estrictas restricciones del COVID-19 que se han introducido para las ceremonias de boda.
También llevaban pancartas con textos como “Ya había comprado mi vestido de novia, pero tuve que posponer la ceremonia”, “La iglesia mantiene sus puertas cerradas para el matrimonio” y “Devuélvannos la libertad de festejar”.
El flashmob fue organizado por la asociación italiana Airb, que organiza ceremonias de boda. El objetivo de la protesta era pedir el apoyo del gobierno para evitar el colapso del sector que organiza ceremonias de boda y fiestas. Pero también para eliminar restricciones como la prohibición de que el padre de la novia la acompañe al altar.