Iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir
Escondida entre las casas y edificios del barrio del Carmen en Valencia, se encuentra una iglesia con más de 1500 años de antigüedad. Un lugar polifacético y con muchas historias que contar.
Iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir
Escondida entre las casas y edificios del barrio del Carmen en Valencia, se encuentra una iglesia con más de 1500 años de antigüedad. Un lugar polifacético y con muchas historias que contar.
La iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir, también llamada Sant Nicolau de Bari i Sant Pere Màrtir, en valenciano, es, junto con la Catedral, una de las construcciones religiosas más visitadas de Valencia. Ambas se encuentran a pocos minutos de distancia.
Generalmente conocida como iglesia de San Nicolás, es una de las parroquias más antiguas de la ciudad, establecida justo después de la Reconquista cristiana.
Sin embargo, la razón de su fama y su verdadero valor no radica simplemente en su antigüedad, sino en su singular combinación y amalgama de estilos. La iglesia es un testimonio del paso del tiempo y un símbolo de perpetuidad.
La perspectiva cambia si analizamos sus componentes de manera individual en comparación con la imagen que proyecta en su totalidad, podríamos asociarla con una hidra, una criatura de muchas cabezas. Así es la iglesia de San Nicolás, un recinto que cuenta con un gran bagaje cultural y diversidad de elementos de gran riqueza en el valor estético e histórico. Dependiendo de hacia dónde enfoques tu mirada, podrás ver alguno de sus distintos rostros.
A primera vista, sobre todo desde el exterior, podría considerarse como una de las muchas iglesias góticas españolas, o incluso pasar desapercibida, ya que está escondida entre las casas y restaurantes de los alrededores. Pero lo cierto es que este recinto guarda en su memoria las distintas épocas de la historia.
La extensa vida de la iglesia de San Nicolás nos remonta a sus orígenes en el siglo VIII, pasando por una remodelación gótica en el siglo XV, y dos más bajo la influencia del estilo barroco en los siglos XVII y XVIII.
En los últimos años (2013-2016) se realizó un meticuloso trabajo de restauración para asegurar que esta maravilla arquitectónica y todos sus elementos artísticos puedan seguir gozando de una larga vida.
Su joya más distinguida es el imponente y espectacular fresco. Este es el motivo que le valió a la Iglesia el apodo de “Capilla Sixtina valenciana”. Abarca aproximadamente 2.000 metros cuadrados, plasmando el estilo barroco en su techo abovedado.
La intervención para restaurar la iglesia, finalizada en 2016, fue realizada por la Fundación Hortensia Herrero . Catalogada como “la más importante realizada hasta la fecha a nivel internacional, tanto por la magnitud de la obra como por las técnicas utilizadas”
Todos estos elementos son los que hacen de la iglesia de San Nicolás un lugar de inmenso valor artístico, histórico y arquitectónico, sin lugar a dudas, una visita obligada durante tu estancia en Valencia.