Foro Romano - Roma
El Foro Romano

Edifcios y monumentos

El Foro Romano está lleno de restos de majestuosos edificios y monumentos de distintas etapas de la historia romana. Algunos de los más importantes se han mencionado en la sección de historia en este artículo y se detallarán a continuación.

El Comitium

Durante la época de la República Romana, los patricios y los plebeyos estaban en el poder. Los patricios eran la élite y se reunían en la Curia (la sala del Senado), el edificio más occidental del Foro Romano.

Los plebeyos (ciudadanos ordinarios) se reunían fuera en el Comitium para los comizi curiati (asambleas populares), la parte pública de la plaza frente a la Curia. Además, el pueblo se dirigía allí desde la Rostra, el púlpito del consulado romano.

El Volcanal

El Vulcanal era un santuario dedicado a Vulcano, el dios romano del fuego. Se construyó en el siglo VIII a.C. y está situado al oeste del Comitium. Según la leyenda, el santuario se construyó en el lugar en el que Rómulo y Tito Tatio hicieron la paz entre los latinos y los sabinos.

El Vulcanal era inicialmente un altar al aire libre rodeado de varios monumentos. Había, por ejemplo, una escultura de una cuadriga colocada por Rómulo tras su victoria sobre la ciudad de Caenina. Más tarde, también se construyó junto a ella una estatua de Rómulo.

La Vulcanal tenía una función política durante la época imperial, al ser un lugar de encuentro para los ciudadanos. Esto fue antes de que se construyeran el Comitium y la Rostra y también sirvió de escenario para los oradores públicos.

La Regia

La Regia (residencia real) fue una estructura de dos partes construida por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Estaba situada a lo largo de la Vía Sacra, al borde del Foro Romano. Originalmente sirvió como residencia de los jefes de Estado y más tarde como oficina del Pontifex Maximus, el más alto funcionario religioso de la ciudad.

El interior estaba dividido en tres salas con acceso desde el patio a la sala central. Fue incendiado y restaurado en el año 148 a.C. y de nuevo ocho años después de la muerte de Julio César, en el 36 a.C. La segunda restauración fue realizada en mármol por Gnaeus Domitius Calvinus.

La Curia Julia

En el área del Comitium se encontraba inicialmente la Curia de Hostilia, la sede más antigua del Senado, fundada por el tercer rey de Roma, Tulio Hostilio. Este edificio fue destruido en un incendio en el año 53 a.C. y fue reconstruido más tarde por el hijo de Sila.

En el año 44 a. C., cuando Julio César rediseñó el Foro Romano para reducir la prominencia del Senado y dejar limpio el espacio original del Comitium, la Curia de Hostilia fue demolida definitivamente y se erigió la Curia Julia (en honor a Julio César), en una ubicación nueva.

Este es quizá el monumento que mejor se ha conservado en el Foro Romano, debido a que el papa Honorio I lo convirtió en una iglesia en el siglo VII.

El Tabularium

Es un edificio situado en la colina Capitolina (a espaldas de la Plaza del Campidoglio), desde donde domina sobre todo el Foro Romano con su característica fachada arqueada. Fue concebido como archivo del Estado, lugar de custodia de las actas oficiales del estado romano y de las tablas de bronce con las leyes (de ahí el nombre Tabularium).

Fue construido en el año 78 a.C. por el cónsul Quinto Lutacio Cátulo y es uno de los pocos monumentos del periodo republicano que se conservan en buen estado general en nuestros días. Actualmente, la parte superior renovada por Miguel Ángel alberga oficinas del Ayuntamiento de Roma.

La Lapis Niger

A pesar de ser uno de los monumentos más importantes de Roma, El Lapis Niger (piedra negra) es poco conocido. Esto es debido a que esta magnífica obra no es accesible a los visitantes por los extensos trabajos de restauración.

El Lapis Niger es un santuario subterráneo, cubierto con una losa de mármol negro, a un paso de la Curia. Su origen es un misterio, pero para los romanos de la época imperial se conocían dos historias. Según un mito, era la tumba de Rómulo, el primer rey de Roma. Según otra historia, era la tumba de Osto Ostilio, el guardaespaldas de Rómulo.

Dentro del monumento hay una tumba, un altar y una columna. En la tumba está escrita una de las inscripciones más antiguas que se han transmitido en latín. En ella se describe que quien se atreva a abrir la tumba del rey será maldecido.

Templo de Vesta

Este es uno de los templos más antiguos de Roma. Es una pequeña estructura redonda situada en el extremo oriental del Foro Romano, sobre la Vía Sacra y cerca de la Regia y la Casa de las Vestales.

En el templo de Vesta, las sacerdotisas vírgenes se encargaban de mantener el fuego sagrado encendido, dedicado a la diosa Vesta. Sólo podían acceder a él el rey y las sacerdotisas.

De la restauración realizada en 1930, con materiales originales del mismo templo, quedan actualmente seis columnas.

Casa de las Vestales

En el Atrium Vestae vivían seis mujeres nobles que debían servir al templo de Vesta durante 30 años. El enorme edificio tenía tres plantas y 50 habitaciones construidas alrededor de un atrio rectangular con un estanque doble. En la esquina oriental de la casa había una estatua de Numa Pompilio, el fundador del culto de Vesta.

La casa se construyó al pie del Palatino, donde había un bosque sagrado. Durante el Gran Incendio de Roma en el año 64 d.C., el bosque —incluyendo la Casa de las Vírgenes Vestales— y otros edificios cercanos fueron destruidos. Después de esto, la casa fue reconstruida y habitada hasta que el emperador Teodosio I prohibió el culto a finales del siglo IV.

La casa siguió siendo utilizada por miembros de las cortes imperial y papal hasta el siglo XI o XII. Hoy en día, las estatuas excavadas de las Vírgenes Vestales se exhiben alrededor del atrio.

Templo de Saturno

Al igual que el templo de Vesta, el templo de Saturno (el dios del grano y la agricultura) es uno de los recintos sagrados más antiguos del Foro Romano. Se construyó entre los años 501 y 498 a. C. y, aunque estaba dedicado al dios Saturno, su principal uso durante la época de la República fue servir de sede al tesoro público y de archivo para los documentos oficiales del Estado.

Según la mitología, Saturno fue expulsado del Olimpo por Júpiter/Zeus y partió en barco hacia Lacio. Allí enseñó al rey y a su pueblo a cultivar su tierra, lo que les trajo prosperidad, alegría y paz. En agradecimiento a esto, fue nombrado como rey compañero (en una diarquía), y su reinado fue llamado la Época de Oro.

Los restos del templo (8 columnas) se encuentran en la parte suroeste del Foro Romano, al pie de la colina Capitolina y cerca de la Basílica Julia.

Templo de los Dioscuros

También conocido como Templo de Cástor y Pólux, es el primer ejemplo de un lugar sagrado romano dedicado a dioses griegos, los “gemelos” de Géminis, hijos de Zeus y Leda.

Fue construido como agradecimiento por la victoria en la batalla del lago Regilo en el año 495 a. C. Los restos de este templo son de los más emblemáticos de la zona del Foro Romano. En la actualidad sobreviven tres columnas corintias de 12 metros de altura que se encuentran entre la Basílica Julia y la Casa de las Vestales.

Templo de Rómulo

El templo de Rómulo está situado en la zona arqueológica del Foro Romano, entre el Templo de Antonino y Faustina y la Basílica de Majencio. Originalmente era la entrada al Templo de la Paz, pero más tarde, el emperador Majencio lo adaptó para convertirlo en un templo en memoria de su hijo Valerio Rómulo, quien fue divinizado después de morir a una edad temprana en el año 309 d.C.

Las suposiciones sobre el nombre del templo son en realidad conflictivas. Algunos sostienen que era el templo de los Penates (protectores del hogar), pero recientemente los expertos sugieren que este templo está identificado con el templo de Júpiter Estator, fundado, según la leyenda, por Rómulo. Se supone que este era donde los romanos, perseguidos por los sabinos después del famoso Rapto de las Sabinas, habrían efectuado su primera resistencia.

En lo que respecta a la estructura, el templo circular fue construido enteramente en ladrillo, cubierto con una cúpula y precedido por una acentuada fachada cóncava en la que se abrieron cuatro nichos para cuatro estatuas. La puerta de bronce es una de las pocas que sobrevivieron a los romanos, y tiene un mecanismo que aún funciona.

Templo de Julio César

Tras el asesinato de Cayo Julio César en el 44 a.C., ocurrido durante una reunión del Senado, su cuerpo fue trasladado a la Regia y preparado para los ritos funerarios. En el año 42 a.C. se levantó un santuario en el lugar de la cremación en su honor. Poco después se construyó un altar y una columna de mármol con la inscripción “Parenti Patriae”, que significa “Padre de la Patria”.

El heredero de César, Octavio (más tarde emperador Augusto), hizo construir un templo en el lugar de la columna dedicada a su tío abuelo. Esta fue la primera deificación de un líder romano fallecido. El 18 de agosto del 29 a.C., el templo fue inaugurado por Octavio, acompañado por grandes juegos.

Aunque el templo de César se ha perdido en gran parte, las imágenes de las monedas antiguas muestran que tenía seis columnas en la parte delantera. El podio extendido de 3,5 metros de altura en la parte delantera, tiene una abertura semicircular en la que se encontraba el altar Rostra ad Divi Iulii. Probablemente fue el lugar donde se incineró a César.

Templo de Venus y Roma

En el año 121 d.C., el emperador Adriano, amante del arte y la arquitectura, diseñó el Templo de Venus y Roma. Lo dedicó a las diosas Venus Felix (Venus Favorable) y Roma Aeterna (Roma Eterna). Aunque el templo fue consagrado por Adriano en el año 135, no se terminó hasta el año 141 bajo la dirección del emperador Antonino Pío.

Es el mayor templo de la antigua Roma y está situado en la zona entre la basílica de Majencio y el valle del Coliseo. Para la construcción se utilizó, entre otros, material de la Domus Aurea. La gigantesca estatua de Nerón que se encontraba allí (de bronce y de más de 35 metros de altura), Adriano decidió dedicarla al dios del sol y la hizo trasladar a un lugar junto al Coliseo con la ayuda de 24 elefantes.

El templo contenía dos cellae (cámaras interiores) simétricas, en el que cada uno de ellos se encontraba la estatua de una diosa en un trono. Una de las estatuas era de Venus, la diosa del amor y la madre mitológica de Eneas. La otra era de Roma, la diosa que simbolizaba el Estado Romano.

Templo de Antonino y Faustina

El templo erigido en el año 141 d.C. es fácilmente identificable por la gran inscripción en el arquitrabe: “Al divino Antonino y a la divina Faustina por decreto del Senado” (DIVO • ANTONINO • ET DIVAE • FAUSTINAE • EX • S • C).

Este es el templo que Antonino Pío ordenó construir para su esposa Faustina. La parte de la inscripción dedicada al emperador parece haber sido añadida después de que ella muriera y fuera deificada en el año 141.

El templo se encuentra al norte de la Regia, entre la Basílica Aemilia y el templo del Divo Romolo. Se alza sobre una alta plataforma de bloques de peperino (un tipo de roca volcánica usada por los romanos en sus construcciones), precedido por una escalera. El pronaos (parte frontal del templo) se mantiene casi intacto con sus diez grandes columnas. En el centro se encuentran los restos del antiguo altar y la cellae contiene una imágen con grifos en sus dos lados principales.

En el siglo VII u VIII, el templo fue transformado en una iglesia católica, la iglesia de San Lorenzo en Miranda, que se dice que fue condenado a muerte en este lugar. En 1536, la iglesia fue parcialmente demolida y las capillas laterales fueron suprimidas para recuperar el aspecto del antiguo templo ante la visita del emperador Carlos V. La iglesia que se ve hoy en día fue reconstruida en estilo barroco por Orazio Torriani en 1602.

Templo de Vespasiano y Tito

El templo de Vespasiano y Tito se encuentra en el extremo norte del lado occidental del Foro Romano, al pie de la colina Capitolina. Está dedicado al emperador Vespasiano, quien fue deificado después de su muerte el 23 de junio del 79.

Tito hizo construir el santuario y lo dedicó a su difunto y deificado padre Vespasiano. Sin embargo, Tito sólo gobernó durante unos años. Tras su muerte en el año 81 d.C., el templo fue completado por su hermano Domiciano, que lo dedicó a Tito. El templo fue la primera gran adición al Foro Romano desde la época del emperador Augusto.

El edificio tenía 33 m de largo y 22 m de ancho y contaba con un pórtico hexástilo (con seis columnas) de estilo corintio. Las columnas eran de 1,57 m de ancho y 13,2 m de alto. Hoy no queda nada de la obra, salvo tres columnas de mármol cuya parte superior está decorada con diversos instrumentos de sacrificio (cuchillo, hacha, etc.).

Templo de la Paz

Entre el 71 y el 75 d.C., Vespasiano ordenó la construcción del Templum Pacis (o el Foro de la Paz) en honor a Pax, la diosa de la paz.

Cuando él y su hijo Tito ganaron la guerra judía en Judea y Galilea, creyó que había restaurado la paz en Roma. Con el botín de guerra de Judea, podría cubrir sin problemas el coste de la construcción del templo.

El Templo de la Paz fue consagrado en el año 75 d.C. y, además de rendir culto a la diosa de la paz, se utilizó para exponer los tesoros de arte judíos robados y otros objetos relacionados con la guerra.

A finales del siglo II (191 d.C.), el templo se incendió y fue reconstruido por el emperador Severo. Probablemente fue también él quien encargó la Forma Urbis Romae. Este gran mapa de mármol de la ciudad de Roma fue colgado en el aula del templo a principios del siglo III.

El que fue uno de los edificios más bellos de Roma desapareció lentamente en el periodo medieval bajo el aumento del nivel del suelo. En la superficie, el auditorio donde se colgaba la Forma Urbis se conservó y acabó siendo reconstruido como iglesia de Santi Cosma e Damiano.

Arco de Septimio Severo

Este imponente arco fue encargado por el Senado en el año 203 d.C. en honor al emperador Septimio Severo y sus hijos Caracalla y Geta. La inscripción en el monumento se refiere a dos gloriosas acciones de Septimio Severo que marcaron los primeros años de su reinado.

No sólo había asegurado el fin de la guerra civil, dentro de los cuales había prevalecido contra sus oponentes y asegurado el trono imperial (193 y 195-197 d.C.), sino que también había ganado la guerra contra los partos (195 y 197 d.C.), lo que condujo al establecimiento de las nuevas provincias de Mesopotamia y Osrhoene.

Este arco del triunfo, estructura monumental típica del mundo romano, se encuentra a un costado del Comitium y la Regia. Se usaba para un ritual de purificación cada vez que el ejército volvía victorioso de alguna batalla. Al pasar por debajo del arco y volver a pisar el suelo sagrado de Roma, el ejército y el general que lo dirigía se purificaban de la sangre de sus enemigos.

Un episodio histórico digno de mención es el que sucedió después de la muerte de Septimio Severo. Sus dos hijos se convirtieron en co-emperadores. Fue un acuerdo difícil y destinado al fracaso, el cual terminó con la muerte de Geta por órdenes de Caracalla. Tras el asesinato, Caracalla se aseguró de eliminar cualquier relieve, inscripción, imagen o estatua que hiciera referencia a su hermano difunto en el arco.

El Arco de Tito

El Arco de Tito es un arco del triunfo con un solo arco, situado en la vertiente norte del Palatino, en la parte oriental del Foro Romano. Fue construido por el senado en memoria del emperador Tito después de su muerte en el año 81 d.C.

En la fachada del arco se pueden ver cuatro semicolumnas de mármol. La decoración más importante de todo el arco es la que se encuentra en el interior. En el lado oeste, la obra tiene una inscripción en la que el senado llama divus a Tito. Esta divinización se debe a la guerra judía librada en Galilea por el difunto emperador, la cual ocasionó la destrucción de Jerusalén.

Mirando a la izquierda, se pueden apreciar relieves de personas portando objetos capturados durante las conquistas de la campaña de Tito contra los judíos. Destacan las trompetas de plata y el candelabro de siete brazos, objetos de gran importancia en la época de la conquista de Jerusalén.

Basílica Porcia

En la antigua Roma, las basílicas no eran edificios religiosos. Más bien, eran lugares donde se efectuaban transacciones financieras, intercambios comerciales y juicios legales. También eran un lugar de encuentro de los ciudadanos para tratar asuntos comunes.

La Basílica Porcia es la más antigua del Foro. Fue construida en el año 184 a.C. por el famoso líder militar y político Marco Porcio Catón (conocido como Catón el Viejo).

En las últimas etapas de la República se convirtió en una construcción política central que sirvió de residencia oficial del tribuno de la plebe, persona a cargo de preservar los derechos del pueblo.

En el año 52 a.C., el edificio se dañó durante un devastador incendio que se originó en el Comitium durante el funeral de Clodio. Se dice que el fuego fue causado por sus seguidores. Las ruinas del edificio fueron probablemente demolidas el mismo año y la Basílica nunca fue reconstruida.

Basílica Emilia

La basílica Emilia (179 a.C) es la única de las basílicas republicanas de la cual aún sobreviven algunos restos. Fue construida por los generales Marco Emilio Lepido y Marco Fulvio Nobiliore. Este último se involucró mucho en la creación del edificio, por lo que inicialmente este edificio era conocido como “Basílica Fulvia”.

Tras diversas restauraciones patrocinadas por miembros de la familia Emilia (una de las familias patricias más antiguas de Roma, conocida también como gens Aemilia), la obra asumió el nombre definitivo de basílica Emilia (basílica Aemilia en latín). Dichas restauraciones ocurrieron en los años 78, 54, 34, 14 a.C. y en el 22 d.C., durante el mandato de Tiberio.

Basílica Opimia

Fue inaugurada por el cónsul L. Opimio en el año 121 a.C. Se encontraba junto al templo de Concordia, también construido por Opimio. La basílica Opimia fue una de las tres basílicas de la época republicana, junto con la basílica de Porcia y la basílica de Emilia.

La historia de la basílica Opimia está estrechamente ligada a la del templo de la Concordia, el cual fue demolido y reconstruido durante el gobierno de Augusto (7 a.C. - 10 d.C.). Las ampliaciones del templo eventualmente ocasionaron la demolición total de la basílica Opimia.

Basílica Julia y Sempronia

La basílica Sempronia fue construida en el año 169 a.C. por Tiberio Sempronio Graco, político romano y padre de los famosos Graco y Tiberio. Se dice que para construir esta basílica, Graco tuvo que arrasar la zona ocupada por la casa de Escipión el Africano y por algunos almacenes que se encontraban en las cercanías, en el lado noreste de la Plaza del Foro Romano.

La basílica Julia, en cambio, fue construida por Julio César en honor a sí mismo durante la ampliación que realizó del Foro (Foro César) en el 54 a.C. Esta basílica sustituyó a la de Sempronia, la cual fue demolida.

Se encontraba entre el Templo de Saturno y el Templo de Cástor y Pólux. Fue inaugurado dos años antes de la muerte de César en el año 46 a.C., aún cuando las obras no habían concluido. Fue terminada por Augusto, el sucesor del Imperio, pero sufrió daños importantes durante el incendio que afectó a esta zona de Roma en el año 12 a.C. Fue reconstruida y se le cambió el nombre en honor a Cayo y Lucio, los hijos adoptivos de César, pero continuó siendo conocida popularmente como basílica Julia.

Actualmente, en el Foro Romano únicamente se pueden ver los restos de la Basílica de Julia (cerca del templo de los Dioscuros) y de la basílica Aemilia (junto a la Curia y el Lapis Niger).

Basílica de Majencio

La basílica de Majencio, también conocida como Nova, Constantini o Costantiniana, es la última y más grande basílica de Roma. La construcción de este edificio fue iniciada por Majencio a principios del siglo IV (308-312), pero fue completado con algunos cambios de diseño por su victorioso rival Constantino.

Está situada en el extremo noreste de la colina Velia, junto al Templo de la Paz, y el Templo de Venus y Roma, restaurado por Majencio. La basílica se utilizaba para actividades judiciales. Durante un período de tiempo el nombre de este edificio cayó en el olvido, pero gracias a investigaciones se pudo identificar nuevamente sus orígenes y se le volvió a conocer con su nombre original.

Una de las principales características de esta basílica es su enorme nave central, dividida por enormes pilares y columnas. En la cabecera de la nave originalmente se colocó una colosal estatua de 12 m de altura, que representaba al propio Majencio, y que posteriormente fue adaptada a los rasgos de Constantino.

Pórtico de los Dioses Consejeros

El Porticus Deorum Consentium (también conocido como Área de los Dii Consentes) era una estructura donde se rendía culto a los doce dioses y diosas romanos más importantes. Entre ellos había seis diosas y seis dioses: Apolo, Ceres, Diana, Juno, Júpiter, Marte, Mercurio, Minerva, Neptuno, Venus, Vesta y Vulcano.

El edificio actual se remonta a la segunda mitad del siglo I d.C. y es probablemente la sustitución de un edificio más antiguo, que fue destruido en el Gran Incendio de Roma en el año 64 d.C. En el año 367, el pórtico fue restaurado de nuevo.

En la parte delantera de la estructura se encuentran las columnas corintias del pórtico, realizadas en mármol blanco. Detrás de la columnata hay ocho salas de 4 m de altura y 3,7 m de ancho. La ubicación original de las 12 estatuas de los dioses no se ha demostrado arqueológicamente.

El Porticus Deorum Consentium está situado en el extremo Capitolino del Foro Romano, entre el Templo de Saturno y el Templo de Vespasiano y Tito. De la estructura actual, cuatro columnas y el arquitrabe permanecen originales, el resto fue reconstruido en 1858.

Umbilicus urbis

El Umbilicus Urbis Romae es un pequeño monumento cónico de ladrillos que data del período Severiano, situado entre la Rostra y el Arco de Septimio Severo. Como se puede deducir de su nombre en latín, este monumento marcaba el centro teórico y simbólico de Roma.

El Umbilicus Urbis cuenta con una pequeña puerta para permitir el acceso a la cavidad subterránea. Según la leyenda, representaba un portal que conectaba el mundo de los vivos con el de los muertos.

La puerta permanecía cerrada durante todo el año, excepto durante tres días, el 24 de agosto, el 5 de octubre y el 8 de noviembre, días en los cuales se creía que el inframundo y el mundo terrenal estaban conectados. Estaba prohibido realizar cualquier actividad pública en estos días estrictamente religiosos.

La Columna de Focas

Este fue el último monumento erigido en el Foro Romano en el año 608 d.C., después de la caída del imperio. La Columna de Focas fue construida para honrar al emperador bizantino Focas.

La columna, hecha de mármol blanco, permanece actualmente casi intacta en el mismo lugar, aunque sin la estatua que se encontraba sobre ella. Está situada entre el Lapis Niger y la Basílica Julia.

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